LO BARATO SALE CARO: EL SÍNDROME DE LA VACA LOCA



Veremos en esta breve entrada cómo la mano del hombre, la economía, el intento de abaratar costos fueron las causas de la crisis sanitaria o epidemia de la vaca loca.

Esta es una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, que a diferencia de la anterior puede aparecer en jóvenes e incluso en adolescentes. Se ha relacionado con la ingesta de productos procedentes de reses. 

El origen de esta enfermedad pudo fecharse en Gran Bretaña en los 80 cuando se alimentaba a los bovinos con productos derivados de carcasas de animales (harinas). ¿Y qué pasó? Pasó que se les exigió a los productores de harinas reducir los costos de producción, y eso hizo que, en la fabricación, se redujeran primero los tratamientos con solventes orgánicos para desengrasar las carcasas, y segundo, el calentamiento a altas temperaturas que eliminan lípidos, en los que se eliminaban las proteínas patógenas (los priones son proteínas muy fines afines a las sustancias grasas). 

En definitiva, los  procedimientos  de  fabricación  de  alimentos  para las vacas se produjeron sin los tratamientos que consumían tiempo, solventes y energía, pero en esos procedimientos a altas temperaturas, con solventes, justamente moría el agente causal del síndrome que hoy nos compete: las proteínas del tejido nervioso de las carcasas contaminadas, que eran convertidos en harinas. Estas harinas infectadas con priones al ser ingeridas, adaptaron la proteína  infecciosa a los tejidos bovinos, provocándoles cambios comportamentales a los animales conocidos como síndrome de la vaca loca.  

Esta enfermedad (encefalopatía espongiforme bovina) fue por lo tanto el resultado de una infección priónica de bovinos por harinas contaminadas de origen animal tratadas de forma insuficiente. La crisis sanitaria de la vaca loca provocó el sacrificio de millones de animales en todo el mundo y (como es de esperar) la eliminación total de harinas de origen animal. Se  considera  que  ya  se  interrumpió  la  cadena  de  transmisión  masiva de esta afección al ganado bovino. Sin embargo, en los humanos, los períodos de incubación son largos, y se estima que durante los próximos años seguirán manifestándose personas afectadas por la variante priónica transmitida de tejidos nerviosos de bovinos que fueran otrora alimentados con harinas contaminadas. 

De la nueva variante de esta proteína infecciosa, entre octubre de 1996 y noviembre de 2004, se han notificado 152 casos en el Reino Unido, 8 en Francia, 2 en Irlanda y 1 en Canadá, 1 en Italia y 2 en los Estados Unidos de América. 

FUENTE

. La gente y los microbios, profesor Pablo Goldschmidt (Editorial SB)

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